martes, 6 de mayo de 2014

¡Hola a todos!
Quiero comenzar mi aportación contestandole a Francisco L.
Compañero me parece acertado tu comentario sobre los millones de toneladas de gases de efecto inverrnadero que se dejan de emitir a la atmósfera gracias a uso de la energía nuclear, pero tengo que decirte que no comparto tu postura.
También quiero comentarle al compañero Amador Fernandez:  aunque estoy totalmente de acuerdo contigo quiero hacer un pequeño inciso que es en lo único que me parece apropiado el uso de este tipo de energia.
En primer lugar ya está claro cual es mi postura y me gustaria dar alguno datos del uso pacífico de la energía nuclear. Me parece apropiado su uso para la invención de vacunas para el ganado que combaten enfermedades parasitarias. También el uso de la medicina nuclear que se utiliza para diversos estudios de organos humanos como por ejemplo el hígado, el riñón, corazón, pulmón, etc...
Su uso para combatir ciertos tipos de cáncer también me parece apropiado, así como la radioinmunoanálisis que consiste en realizar mediciones de hormonas, enzimas, virus de la hepatitis, etc. Y por último los radiofarmacos que permiten estudiar mediante imágenes bidimensionales o tridimensionales el estado de diversos organos de nuestro cuerpo.
Y ahora toca reflexionar, así que en readidad ¿que sabemos del daño que ocasiona la energía nuclear?
Pues bien la primera central nuclear se construyo en Rusia en el año 1954, me parece muy poco tiempo para saber las consecuencias a largo palzo que tendrán este tipo de instalaciones. Por eso a parte de los accidentes que todos conocemos podemos preguntarnos si está perjudicando tanto a personas y animales su uso. Pues bien eso no lo sabremos, porque igual que la radiación en invisible al ojo humano, estos datos también lo son.
Bueno pues para terminar mi opinión es que todos los gobiernos de los grandres países deben plantearse invertir en otros tipos de energías para conservar y poder dejar así nuestro planeta en condiciones favorables a las futuras generaciones.